miércoles, 31 de agosto de 2011

Anorgasmia II

Si no te leíste la primera parte de esta entrada (Anorgasmia I), te recomiendo encarecidamente que leas antes de leer ésta, ya que de este modo comprenderás mejor en qué consiste este trastorno.
Como ya comentamos en la anterior entrada, este trastorno no es exclusivo de las mujeres; también aparece en los hombres, aunque es bastante infrecuente. 

No olvidemos que no se debe confundir con la disfunción eréctil:
  • Disfunción eréctil => No hay erección (podéis leer más sobre el tema en estas dos entradas: 1 y 2)
  • Anorgasmia => No hay orgasmo (puede haber o no erección)

Normalmente la anorgasmia en el varón suele estar relacionada con un deseo sexual inhibido o a eyaculación precoz. Además, cabe destacar, que lo más frecuente es que el hombre que padece este trastorno sea incapaz de tener un orgasmo durante el coito, pero que en cambio, sea capaz de tener un orgasmo durante la masturbación. 

Teniendo en cuenta que en la mayor parte de los hombres el orgasmo va asociado a la eyaculación, el trastorno del orgasmo puede ser motivo de infertilidad.


Por lo general la causa de la anorgasmia suele ser psicológica, aunque también puede ser debida a lesiones de la médula espinal y enfermedades neurológicas o al uso continuado de algunos fármacos (antidepresivos, antihipertensivos, etc.).


No obstante, no se considera un problema a menos que la anorgasmia se de con cierta frecuencia y/o produzca malestar en los afectados.

De todas formas, se debe tener en cuenta que a medida que pasan los años el varón necesitará experimentar una estimulación mayor para llegar al orgasmo, pero esto es completamente normal.

¿Cómo se trata la anorgasmia en la población masculina?

Al darse en tan baja proporción en hombres, no se conoce hasta qué punto son eficaces los tratamientos que se les aplica. Hasta el momento, los tratamientos existentes son de tipo psicológico (evidentemente se usan para enfermos cuya causa no es física) y se aplican de forma individualizada.

Estos programas suelen tener dos partes: el entrenamiento en autoestimulación (conocimiento de los genitales y técnicas de masturbación) y programas en pareja (estimulación en presencia de la pareja, eyaculación con estimulación de la pareja, estimulación precoital y posterior penetración con movimientos por parte de la mujer, etc.).

En ocasiones, se acompaña al tratamiento psicológico un tratamiento farmacológico consistente en cloruro de betanecol a dosis de 10 o 25mg, dos o tres veces al día.

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