

Desde los años 70 se conoce la existencia de las feromonas de alarma, que son sustancias químicas producidas por diversos insectos (entre ellos las mencionadas chinches), que emiten uno o varios individuos cuando son perturbados por un "intruso". Las feromonas de alarma suelen ser emitidas por animales que viven en grupo (animales sociales).
Por lo general, la emisión de estas sustancias induce un comportamiento de dispersión del grupo (aunque se ha de tener en cuenta que su duración es corta, por lo que el efecto desaparecerá en un período de tiempo breve), aunque también puede inducir un ataque masivo por parte del resto de miembros del grupo contra el "intruso" que queda marcado con dichas feromonas.
Se cree que en el caso de las chinches de cama, las sustancias anti-afrodisiacas secretadas, podrían ser una variante de las feromonas de alarma.
¿Os imagináis que las mujeres emitiéramos una sustancia para ahuyentar a los hombres con quienes no quisiéramos mantener relaciones? Sería cuanto menos curioso...
Si tenéis curiosidad por el tema, podéis leer el artículo "Nymphs of the common bed bug (Cimex lectularius) produce anti-aphrodisiac defence against conspecific males" de Harraca V., Ryne C. y Ignell R. (aquí tenéis el link).
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