¿De dónde viene ese gusto por los penes grandes?

El otro día leí un artículo en la revista Quo que me pareció muy interesante sobre este tema. Así que aprovecho a dejaros por aquí algunas de las cosillas que más me sorprendieron.

A día de hoy se considera un tópico que un tamaño mayor de pene provoque mayor placer en la mujer. ¿Pero entonces a qué se debe que en las pelis pornos veamos tíos que parece que llevan una ametralladora por pene? ¿y por qué no contratan a boys poco dotados en los clubs de striptease? 

Los estudios sexológicos realizados hasta la fecha parecen demostrar que no existe correlación entre un pene grande y un mayor placer o potencia sexual. No obstante, cada día son más los hombres que se someten a alargamientos de pene y nuestro correo se colapsa de cremas y máquinas milagrosas que pretenden conseguir un aumento de varios centímetros en el pene.

¿De dónde viene esa preocupación por el tamaño del miembro viril? Según expertos en la materia, la anatomía del pene humano ha ido evolucionando hasta su aspecto actual debido a la necesidad de ser visible durante el coito. Esta necesidad tiene que ver con que los primates copulan en una postura anteroposterior, es decir, el sujeto sexualmente pasivo (la hembra) se sitúa de espaldas al sujeto activo, con lo cual no hay contacto visual por parte de la hembra hacia el pene ni por parte del macho hacia los atributos sexuales de la hembra. Sin embargo, en los humanos el coito pasa a ser frontal, cara a cara, lo que potencia el contacto visual de ambos. De este modo, evolutivamente se han ido potenciando los signos de atracción.

El pene pasa de ser un órgano con hueso a carecer de él (el hombre es el único primate cuyo pene no tiene hueso) y además, el tamaño de su pene pasa a ser mucho mayor en proporción al tamaño de su cuerpo.

Pero el hombre no es el único que evoluciona para favorecer una mayor atracción. Las hembras primate cuentan con unas protuberancias traseras que enrojecen únicamente en la época de celo con el fin de atraer al macho. En las mujeres, son los pechos los que pasan a ocupar este mismo papel.  

Por tanto, el macho humano con el pene más largo y la hembra humana con los pechos más voluminosos serían los más atractivos, sin que esto suponga un mayor rendimiento y sin que tenga ningún significado funcional. Es decir, el desear tener un pene más largo responde al deseo de ser un macho más atractivo, independientemente del placer que pueda proporcionar a su compañera.